Hija de fotógrafo crecí entre imágenes que nadaban en la bañera o me miraban desde los azulejos del baño.
Casi sin darme cuenta la fotografía se fue convirtiendo en la pasión que me acompaña en mi vida.
Las imágenes me encuentran algunas veces, y otras son encontradas por mi pero siempre es instintivo y hasta casi visceral la relación con ellas.
La cámara me permite entrar a otras realidades y compartir otros mundos.
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